Audición Fonoaudiología


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La audición es la vía habitual para adquirir el lenguaje, uno de los más importantes atributos humanos. El lenguaje permite a los seres humanos la comunicación a distancia, a través del tiempo, y ha tenido una participación decisiva en el desarrollo de la sociedad y sus numerosas culturas. El lenguaje es la principal vía por la que los niños aprenden lo que no es inmediatamente evidente, y desempeña un papel central en el pensamiento y el conocimiento.

Por medio del oído, se capta la onda sonora, la cual viaja por desde el oído externo atravesando oído medio e interno, será trasladada por la vía acústica hasta llegar a la corteza cerebral, explicaremos detalladamente cada uno de estos elementos a continuación y la función de los mismos, para poder comprender claramente el funcionamiento de la audición.

Secciones relacionadas con las audición

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Anatomía del Oído


Fisiología de la Audición

Al igual que todos los sistemas los sistemas sensoriales, el auditivo, presenta:

  • Un órgano periférico, que conduce (oído externo y medio) y transforma (oído interno) los estímulos del medio ambiente.
  • Un nervio, que transporta esos estímulos en forma de impulsos eléctricos al S.N.C.
  • Un conjunto de núcleos nerviosos, alojados en el S.N.C., y que interrelacionan al sistema auditivo con otras modalidades sensoriales.
  • La corteza cerebral, en la cual dichos estímulos se hacen conscientes para el sujeto.

Función del oído externo en la audición

El pabellón auricular tiene músculos rudimentarios, que lo hacen casi inmóvil. Su función en la audición es la de recoger los sonidos del ambiente y conducirlos hacia el conducto auditivo externo, cuyas partes rígidas (cartílagos y hueso) no permiten que el sonido se absorba por los tejidos blandos, y llegue con toda su intensidad a la membrana timpánica.

Función del oído medio en la audición

La membrana timpánica junto a los tres huesecillos del oído medio constituye el sistema tímpano-osicular. Este sistema no solo cumple las funciones inherentes a la transmisión del sonido en la audición, sino que ejerce una función protectora sobre las estructuras neurosensoriales del oído interno y la ventana redonda.

Sistema tímpano-osicular y transmisión sonora

Cuando un sonido se transmita por el aire pasa a un medio líquido, sufre una pérdida de intensidad por las diferentes impedancias de los medios gaseosos (oídos externo y medio) y líquido (oído interno). El sistema integrado por el tímpano y la cadena osicular tiene por función evitar que se produzca aquella pérdida de intensidad en el estímulo, su papel es similar al de un sistema adaptador de impedancias, entre dos medios de características físicas diferentes.

La superficie funcional del tímpano es veinte veces mayor que el área de la platina del estribo. Axial, el sistema concentra sobre un área menor toda la presión que ejerce la onda sonora sobre la membrana timpánica.

Por lo tanto, la presión que ejercerá el sonido sobre cada mmde la ventana oval, será 20 veces mayor a la que ejerce sobre el tímpano.

Esta amplificación de la presión sonora compensa la pérdida que sufrirá el sonido al propagarse de un medio gaseoso (aire) a un líquido (perilinfa del oído interno).

Sistema tímpano-osicular y su papel protector

En general los sonidos de elevada intensidad son agresivos para las estructuras neurosensoriales del órgano de Corti. Por esta razón, cuando el oído está expuesto a sonidos de elevada intensidad, se produce un reflejo cuyos núcleos de integración se hallan a nivel bulbo-protuberancial (núcleo coclear ventral, complejo olivar superior, núcleo motor del trigémino, núcleo motor del facial), que determinan la contracción del músculo del estribo y del martillo, lo cual aumenta la rigidez de la cadena osicular, y disminuye la transmisión del sonido al oído interno.

Tímpano y protección sonora de la ventana redonda

El sonido, al tomar contacto con la membrana timpánica la hace vibrar, junto a la cadena de huesecillos. Esta vibración hace que la platina del estribo, a modo de pistón, describa movimientos de compresión y descompresión sobre los líquidos peri y endolinfático que se van desplazando formando ondas desde la base hasta la punta de la cóclea, y que por su carácter migratorio fueron denominadas “ondas viajeras”.

Como los líquidos son incompresibles, para que el sonido pueda ser transmitido a lo largo de la cóclea, es necesario que en un punto de sus paredes se encuentre una zona de menor resistencia y que se desplace junto a la masa del líquido perilinfático en movimiento.

Este punto de menor resistencia está localizado en el tímpano secundario (membrana de la ventana redonda), el cual se desplaza en fase opuesta a los movimientos del estribo sobre la ventana oval (Fig. 14).

La integridad del sistema tímpano-osicular asegura que el ingreso del sonido al oído interno se haga a través de la ventana oval.

La integridad de la membrana timpánica asegura el juego armónico de ambas ventanas y la movilización de la perilinfa, imprescindible para la percepción del sonido.

Función equipresora de la trompa de Eustaquio

La función de la misma consiste en el mantenimiento de una presión del oído medio, que sea igual a la del oído externo, que permita máximo desplazamientos al sistema tímpano-osicular.

Cuando la presión endotimpánica es inferior a 3 cm de agua, ocurre un enrarecimiento del aire alojado en el oído medio, el cual irritaría las terminaciones del nervio de Jacobson (glosofaríngeo), por lo que se desencadena un reflejo deglutorio. Durante la deglución las paredes de la trompa se despegan, y el aire de la nasofaringe es aspirado hacia el oído medio, hasta que se equiparen las presiones endo y exotimpánicas.

Si la presión endotimpánica, por el contrario, es superior a los 3cm de agua, ella misma por si es suficiente para hacer fluir el aire a  través de la trompa hacia el cavum.

Función del oído interno en la audición

La onda viajera, al iniciar su recorrido coclear presenta una escasa amplitud la cual crece paulatinamente hasta alcanzar un máximo, y por ultimo decrece abruptamente.

Se pudo observar que conforme se varía la frecuencia del sonido (ciclos/seg.) también varía el sitio de la cóclea donde cada onda viajera presenta su amplitud máxima.

Con los tonos de baja frecuencia, (sonidos graves) la amplitud máxima se localiza en las inmediaciones del áqex de la cóclea, mientras que los agudos se localizan en la base de la misma (vecindades del vestíbulo).

El órgano de Corti, con sus células ciliadas, actúa como un transductor o transformador de energía.

Transforma la energía hidráulica de la onda viajera, en energía bioeléctrica que se difunde por el nervio auditivo.

Estos impulsos bioeléctricos nacen en el sitio donde la onda viajera tiene su mayor amplitud y resultan de las deflexiones que sufren las estereocilias contra la membrana tectoria. Al arquearse las estereocilias, se produce un recambio electrolítico que despolariza la célula, y por ultimo a las fibras nerviosas, todo lo cual genera el potencial de acción global del nervio auditivo.

En las células ciliadas del órgano de Corti se codifica en forma de impulsos eléctricos esa información que luego será difundida al nervio auditivo y al S.N.C. Este código eléctrico informa a la corteza cerebral los diferentes matices de frecuencia e intensidad que posee el sonido. La función de ella será decodificar el mensaje.

La onda llega a estimular las células ciliadas del órgano de Corti, siguiendo la vía aérea a través del oído externo y medio y por vía ósea a través del cráneo.

Por vía ósea se necesitan 60 decibeles para llegar al umbral de audición, mientras que el umbral de vía aérea es teóricamente 0 dB.

Como el sonido que penetra por vía ósea estimula directamente al órgano de Corti, prescinde del estado del oído externo y medio. Por lo tanto, el umbral de vía ósea informa sobre el estado de las estructuras nerviosas periféricas y centrales (aparato de percepción del sonido), mientras que la vía aérea lo hace sobre el estado funcional del oído externo y oído medio (aparato de trasmisión del sonido).

Función de la vía auditiva ascendente en la audición

La primera neurona de la vía está en el ganglio espiral de Corti y es bipolar. Su prolongación dendrítica nace a nivel del extremo basal de las células ciliadas del órgano de Corti, mientras que su Avon emerge por el conducto auditivo interno para construir el nervio auditivo.

La raíz coclear del nervio auditivo termina en los núcleos cocleares bulbares (segunda neurona).

La tercera neurona de la vía acústica está localizada en un conglomerado de núcleos que reciben el nombre de complejo olivar superior. A él arriban las fibras originadas en el núcleo ventral homo y heterolateral. Por recibir fibras directas y cruzadas, se cree que juega un importante papel en la localización de las fuentes sonoras. Desde estos núcleos, asimismo, parten vías de integración hacia los núcleos motores del V y VII pares craneanos, como así también para los núcleos motores de los músculos del cuello; a través de las mismas intervienen en actos reflejos posturales y de protección. Los axones que emergen de los núcleos olivares constituyen la cinta de Riel lateral, que hace sinapsis en el colliculus inferior (cuarta neurona). Estos últimos núcleos no son simples relaciones entre el tronco cerebral inferior y la corteza cerebral, son verdaderos centros elevados de integración, donde se observan interacciones sinápticas activadoras e inhibidoras. Es una integración multisensorial, recibe aferencias vestibulares, somatosensitivas y visuales.

Por último, las fibras del cuerpo geniculado (quinta neurona), denominadas estrías acústicas, hacen sinapsis con la corteza cerebral.

La función de la corteza cerebral auditiva en la audición

La corteza cerebral auditiva, localizada en el lóbulo temporal y en el interior de la cisura de Silvio, desde el punto de vista funcional, puede ser dividida en:

  • Área cortical primaria (A1): área eminentemente auditiva, a ella arriban solamente aferencias del mismo sistema. Esta organizada superficialmente como el órgano de Corti, es decir que el espectro de frecuencias audibles se esparce en forma de abanico desde una a otra punta de la misma.
  • Áreas accesorias: se hallan en torno a la anterior y son polisensoriales, además de las aferencias auditivas, reciben otras provenientes del sistema visual, somatosensitivo, vestibular, etc. Funcionan como centros de integración polisensorial.