El hueso timpanal puede estar presente con una enorme cantidad de modificaciones desde leves hipoplasias hasta la ausencia total del mismo. Cuando no existe el hueso timpanal hay una pared ósea denominada placa atrésica que constituye la cara lateral del oído medio. En los casos de atresia timpanal la parte superior de la placa puede estar constituida por el cartílago de Reichert. Cuando la porción superior de este cartílago es muy hipoplásica un proceso óseo desde la porción escamosa del temporal y del hipotímpano se unen para la formación del cierre lateral del oído medio.
En tales casos tanto porque el cartílago de Reichert o la placa formada ocupan una posición más medial que la posición normal de la membrana timpánica se puede encontrar la cuerda del tímpano transcurriendo sobre la placa atrésica.
Esto último suele verse acompañado de una gran alteración de la primera bolsa faríngea y por lo tanto un escaso desarrollo de la trompa de Eustaquio y todo el sistema neumático con oído medio mal formado y usualmente lleno de mesénquima embrional.